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¿Cómo aplicar la Técnica Alexander a la vida diaria?

¿Cómo aplicar la Técnica Alexander a la vida diaria?

F. M. Alexander siempre puso énfasis en que su Técnica era una manera de mejorar el desempeño en las actividades que realizamos, cuales quiera que sean. Siempre motivó a sus alumnos a no abandonar las actividades cotidianas de trabajo o hobby, aunque éstas fueran la causa de dolor o algún tipo de malestar, sino más bien, desarrollar una mayor autoconciencia para ser capaces de descubrir cuáles son los hábitos perjudiciales que nos impiden una total libertad de movimiento o aquellos que generan malestar, dolor, y tensión y a partir de allí poder decidir conscientemente un nuevo curso de la energía, más benévolo con nuestro diseño y funcionamiento natural.

¿estás sentado todo el día frente a una computadora? ¿realizas actividades artísticas como tocar un instrumento, cantar, actuar o bailar? ¿eres un ama de casa que realiza múltiples y diversas actividades? ¿practicas deportes?

No importa cual sea la respuesta a estas preguntas, el caso es que todos de una forma u otra utilizamos nuestra estructura física y mental para desarrollar actividades. Incluso la más sedentaria de las personas seguramente se sienta, se levanta, camina, viaja en transporte público y se mueve. Todos somos una entidad conformada por un cuerpo y una mente que de ninguna manera pueden dividirse. Como organismo psico-físico que somos, realizamos a lo largo del día distintas actividades, algunas más físicas que mentales y otras más mentales que físicas. Lo interesante es ser conscientes que estas dos partes constitutivas de nuestro ser están siempre en correlación, interactuando entre sí.

La idea de este artículo es alentarte a comenzar con pequeños pasos hacia una mayor autoconciencia corporal que te permitan descubrir tus hábitos más comunes y cotidianos para luego reemplazarlos por nuevas posibilidades de acción.

1 – Haz una pausa

Interrumpir el continuo y permanente hacer del cuerpo y de la mente pareciera ser una tarea imposible, sobre todo cuando tenemos una meta a la que llegar, una actividad que finalizar o un trabajo que entregar.

Siempre existe la posibilidad de detenernos. ¿A qué? Simplemente a observar.
Observar nuestro cuerpo, la manera en que estamos parados, sentados, la manera en que está tensa o relajada la musculatura, la manera en que estamos respirando.

Pueden ser pausas de menos de un minuto, pero que de manera continua y repetida te brindarán información sobre tu propio estado y al mismo tiempo profundizarán la conciencia que tienes de tu propio ser psico-físico.

Prueba hoy mismo detenerte. Aprovecha esa pausa que te revelará muchos detalles sobre tí mismo. No se trata de que cambies nada, el sólo hecho de observar actuará por sí solo, relajando en cierta manera tu sistema nervioso.

2 – Incluye la respiración

Si en cada pausa que decides hacer, observas con detenimiento cómo estás respirando, notarás que tu respiración se hace un poco más lenta e incluso más profunda.
Generalmente cuando estamos demasiado concentrados en las actividades que realizamos solemos detener por momentos la respiración.
Permítete observar durante tu pausa el flujo del aire que entra y sale. Observa cada inhalación y cada exhalación sin intentar modificar nada, solo sé un testigo del fenómeno respiratorio.

3 – Tírate en el piso regularmente

Adoptar la postura semisupina como parte de tu rutina diaria puede aportarte innumerables beneficios.

La práctica de la postura de descanso activo o semi supina (que puedes encontrar en más detalle en este post) tiene efectos relajantes muy profundos al tiempo que permite que la gravedad actúe beneficiosamente en nuestro organismo, favoreciendo que la musculatura de tu espalda se suelte gradualmente y libere a la columna de presiones. Tu respiración también encontrará en esta posición mayor libertad y descubrirás que ciertos dolores o molestias provenientes de tu espalda baja, hombros y cuello disminuyen e incluso desaparecen. Tan sólo 15 minutos en esta posición pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.

No necesitas más que un mínimo de voluntad para poner en práctica gradualmente estas sugerencias y verás que estos pequeños y sutiles cambios generarán efectos realmente poderosos